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domingo, 6 de septiembre de 2020

Escribición - Apuntes de escritura

En un post anterior mencioné que estaba haciendo un hilo para compilar todo lo que voy aprendiendo de les escritores que sigo en Twitter, y me ha parecido una buena idea compartirlo también por aquí. Además, como aquí no hay limitación de caracteres, podré desarrollar un poco cada apunte.

Primero, la advertencia de rigor: estos apuntes personales los comparto porque me han servido a mí, pero el proceso de escribir es muy subjetivo y no todo el mundo lo hace del mismo modo ni necesita las mismas cosas. Si tenéis sugerencias o preguntas, no dudéis en dejar un comentario.

Con este punto aclarado, aquí os dejo las primeras 15 contribuciones:




  1. Empiezo con una de las cosas que más he usado desde que decidí volver a escribir: el Scrivener. Lo llaman el Photoshop de los escritores, y me ha ayudado un montón a tener una visión general de cada proyecto, ya que soy muy caótica y llevo varios a la vez (además de escribir escenas sin seguir el orden cronológico). Para que os hagáis una idea, yo me siento escritora de brújula, pero, si veis mi proyecto de Scrivener, parecería escritora de mapa. Además, puedes ver en todo momento cuántas palabras (y caracteres) llevas, y se puede comprobar fácilmente cuáles son las palabras más repetidas del documento. Guarda automáticamente, y puedes hacer instantáneas del proyecto en momentos concretos por si quieres volver atrás. También se pueden hacer copias de seguridad del proyecto entero, y os recomiendo usar una carpeta en la nube como carpeta de destino para que todo quede a salvo si le pasa algo a vuestro ordenador. Lo único malo del Scrivener es que es de pago, pero os aseguro que no es muy caro, sobre todo si pensáis en que se paga por una licencia, así que se puede utilizar durante años y en varios ordenadores al mismo tiempo. Suelen ofrecer un mes de prueba que viene genial para quienes quieran participar en el NaNoWriMo y descuentos para estudiantes.
  2. Por cierto, si os preguntáis qué es el NaNoWriMo, se trata de un reto de escritura que consiste en dedicarle un mes a escribir el primer borrador de una novela. Hay una organización que se dedica a organizar grupos de escritores, campamentos de verano y quedadas en línea (y alguna en persona). Podéis cotillear y apuntaros aquí, y por cierto hay mucha libertad para crear grupos, así que se puede hasta crear grupo de gente que escriba en español, o que escriba fanfics, etc.
  3. Tener un blog y un Twitter de escritura es muy útil, incluso antes de empezar a publicar. Ya no solo por ir amasando un público y por conocer a otres escritores, editores, ilustradores, etc., sino porque pueden servir de prueba para algunos conflictos legales. Los ejemplos que me pusieron fueron: en caso de que alguien copie una idea que compartiste en tu blog con anterioridad, y en caso de que autopubliques y debas probar tu identidad. Como pensaba autopublicar, me pareció importante hacer caso, pues hay quien se ha ahorrado papeleo legal demostrándole a Amazon que tienen twitter y blog cuando les han acusado de suplantación de identidad.
  4. Otro aviso legal: no se deben usar imágenes con copyright para hacer promoción de nuestros libros, y menos fotos de famosos (tienen derechos de imagen y dinero para abogados). Hay mucho contenido libre en internet que se puede usar para hacer portadas y posts de aesthetics. Por ejemplo, bancos de imágenes (gratuitas y de pago). Aunque se use algo de Creative Commons, hay que prestar atención a las licencias, pues incluso las imágenes gratuitas tienen restricciones (algunas puedes usarlas sin modificarlas, por ejemplo, así que no admitirían filtros ni texto por encima). Podéis ver algunas recomendaciones aquí.
  5. El bloqueo escritoril no es una causa, sino una consecuencia. Lo más común es que se deba a estrés, ansiedad, depresión o burnout. Forzarse a seguir escribiendo en esos casos puede resultar contraproducente. No pasa nada por tomarse un descanso de semanas, meses o años. Suena a mucho tiempo, pero al final se pasa volando y lo importante es cuidar nuestra salud mental y contar con la ayuda de profesionales cuando sea necesario. Si la causa del bloqueo está en la historia, a veces cambiar de aires también nos ayuda a ver las cosas con otros ojos y dar con la solución. No os preocupéis por aquello de "nunca volveré a escribir si no sigo una rutina". Siempre se vuelve. Os lo prometo.
  6. No he encontrado webs/apps que luchen contra la piratería de libros en español (me extraña, así que avisadme si conocéis alguna), y en EEUU la mayoría han quebrado o eran estafas. Es muy difícil encontrar todos los libros pirateados, y aún más obligar a que los eliminen, así que lo único que se me ocurre hacer es: buscar párrafos de los libros, entrecomillados, y tener activados los avidos para pseudónimos y títulos de libros en Google Alerts. Sin embargo, se pierde mucho tiempo y esfuerzo retirando los libros y no siempre se consigue, así que es mejor limitar el tiempo que se le dedica a esto y dejar de hacerlo si resulta frustrante. Estar haciendo esto en vez de escribir puede resultar contraproducente.
  7. La novela romántica es uno de los géneros más complejos para escribir. La profunda psicología de los personajes y la trama entretejida con el romance deben armonizar para dar un final satisfactorio a lectores y personajes. Aprendí mucho de este libro: Romancing the Beat. Justo hace poco, otra autora a la que sigo hizo un post (también en inglés) con algunas aclaraciones acerca de la estructura de este género literario. Es un género que me interesa, así que me sirvieron mucho y quería recomendarlos.
  8. Para mí, lo más difícil de escribir es tomar decisiones de vida o muerte (como qué punto de vista usar, primera o tercera persona, etc.), describir las acciones mundanas y evitar las repeticiones. Para esto último, hay un truco que puede ahorrar bastantes quebraderos de cabeza a la larga: hacerse una lista de las palabras y expresiones que más repitamos, sobre todo verbos, adjetivos y sustantivos, para repasarla durante la revisión de todos los borradores e ir añadiendo más cada vez.
  9. Lo mismo valdría con los errores que se suelen cometer. Aquello en lo que se suele reincidir va a la lista de errores comunes (palabras que puedan tener typos, construcciones malsonantes, leísmos... cada cual tiene sus propios problemas), y esta se revisa antes de tener listo el primer borrador. De nuevo, es importante mantener esta lista actualizada porque, aunque acabe siendo muy larga, es una de las razones por las que la escritura mejora con el tiempo. Un consejo de correctora: no olvidéis buscar espacios dobles ("  ") en el documento, ya que siempre se queda alguno.
  10. No hay que hacer caso de las recomendaciones de escritura que dicen "NUNCA hagas tal cosa" porque no tienen razón. Si nunca usáramos adverbios, o el verbo "decir", o la primera persona nuestros escritos se resentirían. Del mismo modo, también es importante describir y no solo "mostrar".
  11. Las editoriales que cobran dinero a autores no son editoriales de verdad. Pueden ser imprentas o meras estafas, pero ante todo hay que leer bien el contrato y tener las cosas claras. Las editoriales deberían encargarse de corrección, edición, maquetación, marketing, distribución... En el contrato, es importante fijarse en los derechos de la editorial en diversos formatos (posibles ediciones digitales/impresas, audiolibros, películas...) y en cómo revertirán nuestros derechos en caso de quiebra, incumplimiento de contrato (por ejemplo, si retrasan la fecha de publicación indefinidamente), etc.
  12. Entre publicar con una editorial o autopublicar, no hay una opción que sea mejor que la otra. Depende de cada persona y de la situación, ya que cada opción tiene sus ventajas. Es genial poder contar con ambas para democratizar la escritura y que todo el mundo tenga más oportunidades. La verdad es que autopublicar sale caro y, aunque luego pueda tener éxito el libro y obtengamos más beneficios que con una editorial, no todo el mundo cuenta con el dinero suficiente para la primera inversión. Esta inversión constará mínimo de corrección y edición, siempre y cuando podamos encargarnos de la portada, la maquetación y el marketing por nuestra cuenta. Para la distribuición siempre se puede confiar en el formato digital, que es lo más fácil y cómodo. Lo importante es tener varias opciones para mejorar la accesibilidad.
  13. Un consejo para promocionar un libro: es un poco ególatra decir que nuestro libro es el primero en hacer cualquier cosa, o que es único en su género, o que es el libro del año... Para empezar, porque probablemente no sea verdad. Parecerá que no hemos investigado lo suficiente, que pasamos de los demás autores o que pensamos que nuestros lectores son unos crédulos ignorantes.
    Los anuncios estilo "el nuevo Juego de tronos" o "el Sherlock Holmes español" también me parecen anticuados y cansinos. A no ser que realmente sea una reinterpretación de Sherlock Holmes, ¿por qué ese afán de restarle originalidad a una obra? Muchas veces solo coincide en el género, pero no todas las novelas de fantasía son Juego de tronos... ¡ni falta que hace!
  14. Las reseñas son para lectores, no autores. Las lecturas críticas y beta (o alfa) son las más útiles para escritores. Las reseñas se pueden citar para promociones (con permiso y mención, claro), pero lo ideal sería tener a otra persona que haga criba. Mejor evitar leerlas si nos afectan. Si tenemos Twitter, puede que nos etiqueten en varias reseñas. Esas sí se pueden retuitear para promocionar los blogs que hablan de nuestros libros. Esperemos que sea gente educada que solo etiquetan a les autores en reseñas positivas. Y, sobre todo, mejor no dejar comentarios en reseñas negativas; no es trabajo de une autore defender sus libros de las opiniones de todo el mundo ni es sano estar preocupándose por ello.
  15. Para escribir en un género, primero hay que leer ese género. Si escribimos en un género que ni siquiera nos gusta leer, pueden pasar dos cosas: o bien hacemos algo tan alejado que debería haberse comercializado dentro de otro género, o bien hacemos algo que pensamos que es muy original, pero en realidad ya está supertrillado.
    Por no decir que es un insulto a los lectores del género, que se supone que son quienes queremos que lean nuestra obra.

Por cierto, estas aportaciones no atañen a fans. Los aesthetics, fanfics y fanarts sin ánimo de lucro son otra historia, y es muy útil poder decir a otres lectores que un libro es una mezcla de Sherlock Holmes y The Ship who Sang, o de La Momia y Lovecraft, pero gay (ambas obras existen).

 PD: Con esta entrada inauguro una nueva categoría que he llamado "Escribición" para que veáis que soy cool... y que paso mucho tiempo en Twitter.

 


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